VIOLENCIA ENTRE IGUALES

 ¿Qué es la violencia entre iguales?

La violencia entre iguales se refiere a situaciones de agresión física, verbal o psicológica que se producen entre personas de la misma edad, especialmente en contextos escolares. Uno de los fenómenos más comunes en este ámbito es el bullying, un comportamiento intencionado, repetido en el tiempo y que implica un desequilibrio de poder entre la persona que agrede y la víctima.

A diferencia de los conflictos puntuales, la violencia entre iguales implica una situación continua en la que una persona o grupo somete a otra de forma sistemática, generando un fuerte impacto emocional y social en la víctima.

Tipos de violencia entre iguales

Existen diferentes tipos de violencia que pueden darse entre compañeros, de los cuales destacamos:

Bullying
Consiste en la agresión física, verbal o psicológica que un alumno (o grupo) ejerce sobre otro, de manera deliberada, repetida y con desequilibrio de poder. El bullying incluye insultos, golpes, amenazas, humillaciones o aislamiento social.


Ciberbullying (ciberacoso) 
Es una forma de acoso que se lleva a cabo mediante el uso de tecnologías digitales: redes sociales, mensajería instantánea o plataformas escolares. Involucra acciones como el envío de mensaje ofensivos, difusión de rumores, publicaciones humillantes, suplantación de identidad o creación de contenido (memes, vídeos...) con fines de burla.

Stalking
También conocido como "acoso reiterado", se trata de una forma de vigilancia obsesiva. En contextos escolares puede reflejarse en seguir constantemente a un compañero, espiarle o vigilar sus movimientos, provocando angustia e inseguridad. 

Grooming
Trata en el contacto de un adulto con un menor, generalmente a través de internet, con fines de manipulación y abuso. Aunque menos frecuente en el entorno entre iguales, es esencial advertir a los alumnos sobre esta forma de violencia digital.

Violencia en pareja adolescente
Se refiere a comportamiento de control, celos, chantaje o agresiones físicas o verbales en relaciones afectivas entre adolescentes. Es importante abordar este tema desde edades tempranas, ya que muchas actitudes normalizadas pueden ser en realidad señales de violencia emocional.

Roles en el bullying

Uno de los puntos más importantes que se debe de abordar es la identificación de los roles:

  • Agresor: puede ser activo (quien inicia y ejecuta) o pasivo (quien participa sin liderar).
  • Víctima: puede ser pasiva (no responde a la agresión) o activa (reacciona, aunque sin éxito).
  • Espectador: testigo del acoso. Puede ser defensor (interviene), reforzador (apoya al agresor) o indiferente.
Entender estos roles ayuda a que el alumnado reflexione sobre su posición y responsabilidad en situaciones de acoso.

Consecuencias del bullying

Con respecto a los agresores, algunas de las consecuencias que pueden llegar a obtener son sanciones escolares; responsabilidad penal (a partir de 14 años) como puede ser servicios a la comunidad, indemnizaciones o incluso prisión; dificultades en la socialización futura y tendencia a reproducir comportamientos violentos.

En cambio, para las víctimas, las consecuencias son ansiedad, depresión, miedo e inseguridad; bajo rendimiento académico; aislamiento social y dificultad para crear relaciones sanas. Y, en casos más graves, pensamientos suicidas o somatización (dolencias físicas sin causa médica).

Suicidio en menores de edad

En los informes de la Fundación ANAR, señala el acoso escolar como una de las principales causas asociadas a la ideación e intento de suicidio en menores. De hecho, en su Estudio sobre Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y Adolescencia 2012-2022, se identifica al bullying como un factor de riesgo clave que puede detonar crisis emocionales severas, aislamiento social y pensamientos autolíticos. 

Save the Children, destaca en su informe Crecer saludable(mente) que el acoso escolar y el ciberacoso aunmentan el riesgo de suicidio en menores, especialmente cuando no se detectan o se minimizan desde el entorno educativo y familiar. Además, menciona que los menores que han sufrido acoso reiterado presentan mayores tasas de ideación suicida, depresión y autolesiones.

Además, UNICEF ha alertado en múltiples ocasiones sobre el vínculo entre el bullying y el suicidio. Considera el acoso escolar como una forma grave de violencia que puede tener consecuencias a largo plazo en la salud mental del menor. Incluso en sus campañas educativas promueve herramientas de prevención desde la escuela para romper el silencio y fomentar entornos seguros. 

BIBLIOGRAFÍA

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